
Llegamos a este local por instancias del roleño Alfredo engatusados por sus promesas de comida barata y apetitosa. Al principio miramos el pequeño bar con ciertas dudas[que pequeño es... nos dejaran entrar con patines?... el bar está petado... Pápa tengo sed...], pero todo fue entrar y sentirnos más a gusto. La camarera super maja no nos dijo ni mu por ir sobre ruedas, nos hicimos un hueco en el local y acabamos sentados todos (menos Pedro, que no quería XD) despachándonos a gusto unas buenas cervezas, unos bolsillos

que estaban todos de vicio.


Si pasáis por delante del local os recomiendo entrar. Para la próxima no aventuramos al reservado del fondo como nos pedía Julio Brasil ejeje, que al final se quedo con la ganas.
Para terminar y como siempre
3 comentarios:
Kuroma! Te has cortado el pelo!!:)
Mola la crónica de la ruta, como siempre. Y yo mientras malita con faringitis:P Nos vemos pronto sobre ruedas!Besote
No hablemos de cortes de pelo...
Hey!!! Eugenia! me temo que si, me he cortado el pelo... y ahora lo echo de menos buaaaaahh. Ya nos veremos por estos caminos del señor. Besos.
Trinity no sabía que tu también te cortaste el pelo? ya veremos como te queda...
Publicar un comentario